¿Qué es el principio de privilegio mínimo (POLP)?

El principio de privilegio mínimo, también conocido como POLP, es un principio de seguridad que dicta que a los usuarios de un sistema se les debe otorgar la cantidad mínima de privilegio necesaria para completar sus tareas. Esto ayuda a garantizar que los usuarios no puedan acceder ni modificar datos a los que no deberían tener acceso.

En esta publicación de blog, discutiremos qué es el principio de privilegio mínimo y cómo puede aplicarlo en su negocio. 

5 beneficios de usar el principio de privilegio mínimo; previene la propagación de malware; disminuye las posibilidades de ciberataque; mejora la productividad del usuario; ayuda a demostrar el cumplimiento; ayuda con la clasificación de datos

El principio de privilegio mínimo (POLP) es una pauta de seguridad que requiere que los usuarios tengan solo el nivel mínimo de acceso necesario para realizar sus tareas laborales.

¿Por qué las organizaciones utilizan el principio de privilegio mínimo?

El propósito de POLP es reducir el daño potencial por errores y actividad maliciosa al limitar los privilegios de los usuarios.

Aplicar el principio de privilegio mínimo puede ser difícil, ya que requiere una reflexión cuidadosa sobre lo que cada usuario necesita para poder hacer su trabajo y nada más.

Hay dos tipos principales de privilegios que deben tenerse en cuenta al aplicar el principio de privilegio mínimo:

– Privilegios del sistema: estos son privilegios que permiten a los usuarios realizar acciones en un sistema, como acceder a archivos o instalar software.

– Privilegios de datos: estos son privilegios que permiten a los usuarios acceder y modificar datos, como leer, escribir o eliminar archivos.

Los privilegios del sistema suelen estar más restringidos que los privilegios de datos, ya que pueden usarse para realizar acciones que podrían dañar el sistema. Por ejemplo, un usuario con acceso de lectura a un archivo no puede eliminarlo, pero un usuario con acceso de escritura sí. Los privilegios de datos también deben considerarse cuidadosamente, ya que otorgar a los usuarios demasiado acceso puede provocar la pérdida o corrupción de datos.

Al aplicar el principio de privilegio mínimo, es importante lograr un equilibrio entre la seguridad y la facilidad de uso. Si los privilegios son demasiado restrictivos, los usuarios no podrán hacer su trabajo de manera efectiva. Por otro lado, si los privilegios son demasiado laxos, existe un mayor riesgo de violaciones de seguridad. Encontrar el equilibrio correcto puede ser difícil, pero es esencial para mantener un sistema seguro.

El principio de privilegio mínimo es una directriz de seguridad importante que debe tenerse en cuenta al diseñar cualquier sistema. Al considerar detenidamente lo que cada usuario debe poder hacer, puede ayudar a reducir el riesgo de pérdida o daño de datos por actividad maliciosa.